1. Situación orográfica: Altitud, pendientes, hoyadas, exposición al sol…
Observación de los diferentes horizontes del suelo (textura, humedad, estructura…y análisis fisicoquímico de muestras tomadas de horizontes representativos (suelo y subsuelo)
2. Consideración de las cosechas anteriores en el caso de replantación, ya que las lecciones
aprendidas del comportamiento de la parcela constituyen información valiosa (heterogeneidad productiva, precocidad, vigor, sensibilidad a la sequía, deficiencias o clorosis férrica…).
3. Las analíticas de suelo deben ser lo más completas posible para posibilitar un diagnóstico
acertado y atender a: granulometría, contenido de materia orgánica, nitrógeno total, C / N, pH del agua, pHKCl, capacidad de intercambio catiónico (CEC Metson), cationes intercambiables (calcio, potasio, magnesio y sodio), piedra caliza total y piedra caliza activa para suelos carbonatados…
4. Los parámetros de suelo que debéis priorizar para la planta son la textura, caliza activa, conductividad, ph y materia orgánica. El resto de cuestiones os ayudarán a realizar los mejores abonados de fondo o correcciones pertinentes.