Destaca por su color rojo intenso, propio de una pulpa tinta y un hollejo muy colorantes. No se pasa de grado y su acidez es equilibrada, pero no se busca normalmente en ella ni finura ni elegancia.
En la mezcla está su fortaleza, aportando la capa de color que otras uvas no poseen, y abriéndose así camino en muchas regiones.
En sus feudos habituales se intentan elaboraciones de calidad cada vez con más acierto.